Quién sabe cuántas palabras harían falta para expresar el valor simbólico de las imágenes que dejó la jornada del jueves 7 de diciembre pasado sobre la ruta 33, a la altura del kilómetro 131 y medio. Ahí donde otrora había cortes para reclamar el pago de salarios o repudiar represión policial a trabajadoras y trabajadores de Gatic que no se resignaban a perder sus empleos, ahora hay dos carteles de señalización colocados por Vialidad Nacional que dan cuenta de la presencia de la planta de la “Empresa Recuperada Textiles Pigüé”. “Fue como un cierre de un año de gran crecimiento que ningún DNU o ley ómnibus pueden opacar; más bien nos confirman que tenemos que impulsar y proyectar con cada vez más fuerza nuestros conceptos y experiencias como empresa recuperada de nuestro pueblo”, señala Francisco Martínez, Director de la Cooperativa de Trabajo Textiles Pigüé (CTTP), a un mes del acto realizado a la vera de la ruta. Un acto cuyo momento culminante fue el del descubrimiento de las señalizaciones, que estuvo a cargo de uno de los “veteranos” que cortaban rutas y una joven de 20 años, la edad que está a poco de cumplir la cooperativa que concretara la recuperación de la fábrica en la que ella pudo encontrar un lugar de inclusión en el mundo laboral.
Es que en estas últimas dos décadas, la realidad en la planta se modificó sustancialmente. Aquellos y aquellas que en 2004 sufrieron la debacle de Gatic y decidieron emprender el camino de la autogestión lograron forjar un presente con 180 vecinos y vecinas incorporados a una fuente de trabajo con valor agregado: la fábrica es de ellos y ellas, en tanto asociados y asociadas a la cooperativa que la gestiona, cuya trayectoria es reconocida nacional e internacionalmente como un ejemplo y referencia para quienes siguieron o quieren seguir ese camino.
“En estos veinte años vivimos distintos momentos, ya conocemos las recetas como esta que se quiere imponer ahora. Por eso vamos caminando este nuevo año con certidumbre, nuestra certidumbre de que ni los vaivenes del mercado ni ningún humor gobernante definirán nuestra suerte como trabajadoras y trabajadores”, señaló Martínez.
“Lo que celebramos en estas Fiestas es haber sumado más compañeras y compañeros, lograr cada vez más inserción y respeto en el mercado, haber invertido en maquinarias y en infraestructura para garantizar capacidad productiva industrial para los próximos veinte años por lo menos; y al mismo tiempo sostener nuestros ingresos frente a la inflación, seguir avanzando con la recuperación de derechos y calidad de vida a través de realizaciones, acciones y proyectos como la promoción y defensa de la igualdad de género, nuestra huerta orgánica, el espacio de cuidado para las infancias, un proyectazo como el de la construcción de viviendas”, resaltó después el Director de la CTTP.
“Esto es lo que vamos a seguir proponiendo y defendiendo por más amenazas a la industria nacional que vuelvan a aparecer. Vamos a estar en nuestra fábrica que es nuestra segunda casa trabajando, produciendo, discutiendo, resistiendo, cuidándonos; y reforzando el compromiso con las personas que lamentablemente se encuentran desocupadas, diciéndoles que siempre hay salida, ofreciendo siempre, como han hecho con nosotros, un grado de organización obrera, una economía de los trabajadores y trabajadoras eficiente y solidaria, para compartir. Y también invitando, con convicción y con humildad, compartiendo y aprendiendo, a construir una comunidad organizada, con crecimiento, con justicia social”, agregó el “Manteca” Martínez.
“Así podremos ir teniendo salud y sabiduría para enfrentar lo que venga. Porque si nos pelean, si de atacar nuestros derechos se trata, no tengan ninguna duda: nos vamos a defender. Y que nadie confunda una toalla con un mondongo. Las personas de trabajo nunca seremos las violentas, lo que queremos es trabajar para ser felices, para realizarnos en una comunidad que se realiza”, sostuvo el referente de Textiles Pigüé.